En el jardín de mi corazón, florece un amor sin igual
Donde cada pétalo es un suspiro dedicado a Karla, mi eterno ideal.
Sus ojos brillan como estrellas en la noche,
su sonrisa ilumina mi camino, haciendo todo más bello y derrochando derroche.
Karla, tú eres la melodía que acaricia mi alma,
con cada palabra tuya, mi corazón se inflama.
Tu voz es como un susurro suave y encantador,
que me envuelve en un abrazo cálido, lleno de amor.
Tu presencia es un bálsamo para mi ser,
me haces sentir completo, me haces renacer.
Eres la brisa que acaricia mi rostro con ternura,
y en tus brazos encuentro mi paz y mi dulzura.
Karla, eres mi amor eterno, mi musa inspiradora,
y siempre estaré a tu lado, amándote sin medida, ahora y siempre, hasta la aurora.
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