Libertad y Amor: Un Juramento Eterno
En este día de independencia, cuando el aire huele a revolución, quiero hablarte del fuego que nos une, un amor tan grande como nuestra nación.
Así como Hidalgo levantó su voz valiente, yo levanto mi corazón por ti, mi amor, pues en tu mirada veo la libertad, y en tu sonrisa, encuentro redención.
Eres mi bandera, que ondea en lo alto, mi patria y mi refugio en cada amanecer, tu amor me llena de orgullo y esperanza, como el grito que un día hizo renacer.
Cada beso tuyo es una promesa de futuro, una promesa de días llenos de luz, y aunque el viento sople con fuerza, nuestro amor se alza, fuerte como la cruz.
Así como lucharon por esta tierra bendita, lucharemos juntos por nuestro destino, porque en ti encuentro mi independencia, y en tu abrazo, el más dulce camino.
Tus palabras son como el eco de una campana, que resuena en mi pecho con emoción, cada "te amo" que me susurras al oído, es un himno de amor y devoción.
Hoy celebramos no solo nuestra patria, sino este amor que nos libera también, porque cuando te tengo a mi lado, soy libre de soñar, de vivir, de ser.
Amor mío, como México y su libertad, nuestro cariño crece fuerte y decidido, y cada 16 de septiembre lo recordaremos, como el día que también nos elegimos.
Prometo cuidarte como a mi tierra, protegerte con todo mi valor, y que, al igual que la independencia, nuestro amor sea eterno, lleno de fervor.
Así como un día resonó el grito, hoy resuena en mi alma un clamor, por ti, mi patria, por ti, mi vida, te amo, mi libertad, te amo, mi amor.
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